Las celebraciones navideñas en Honduras dejaron un saldo preocupante con varios menores afectados por quemaduras y amputaciones debido al uso indebido de pólvora. Las víctimas, de entre 2 y 17 años, sufrieron desde lesiones graves hasta la pérdida de dedos y extremidades.
Un caso trágico ocurrió en Roatán, donde un niño de 10 años perdió su mano derecha tras la explosión de un mortero. En el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, se atendieron a siete pacientes, de los cuales cinco eran niños, con quemaduras y lesiones oculares graves. Además, un adolescente
En el Hospital Regional de Atlántida, un menor con quemaduras faciales fue retirado por sus padres al enterarse de que el caso sería reportado. En Tegucigalpa, un niño de siete años perdió dos dedos de su mano izquierda debido a la manipulación de pólvora. Aunque el Hospital del Niño Quemado no reportó casos el 25 de diciembre, se sospechó que había más incidente