Corrige tu postura y dile adiós al “cuello tecnológico” con estos 5 ejercicios
Corrige tu postura y dile adiós al “cuello tecnológico” con estos 5 ejercicios
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Vivimos conectados, informados y en constante interacción gracias a la tecnología. Pero mientras las pantallas iluminan nuestras vidas, silenciosamente también deforman nuestros cuerpos. El fenómeno conocido como “cuello tecnológico” esa tensión y curvatura anormal en la zona cervical ya no distingue edades: afecta a adultos, jóvenes e incluso niños. No es solo una molestia muscular; es el reflejo físico de un estilo de vida que olvidó moverse.

La especialista en movimiento Eleanor Dalton, autora del libro Posture Power, advierte que el impacto de una mala postura va más allá del cuello rígido o los hombros tensos. “Una caja torácica colapsada impide una respiración plena. Pasar horas con las caderas cerradas compromete la digestión. La postura lo afecta todo”, afirma.

Dolor cervical y entumecimiento: cuando el cuerpo comienza a hablar

El primer síntoma suele ser un dolor en el cuello, una molestia que muchos minimizan hasta que se vuelve constante. La causa: pasar largas horas con la cabeza inclinada hacia adelante, una posición antinatural que obliga a los músculos del cuello a soportar un peso excesivo. En los casos más avanzados, incluso puede aparecer un bulto duro en la base del cuello una vértebra desplazada, acompañado de entumecimiento en brazos o manos.

Revertir la tensión: dos posturas restaurativas

Dalton propone empezar por algo simple pero profundo: acostarse boca abajo, brazos relajados a los costados y la frente apoyada suavemente en el suelo. Usar bloques o libros bajo los codos para elevarlos a 90 grados ayuda a liberar presión acumulada. Sostener esta postura de 10 a 20 minutos devuelve al cuerpo el espacio que perdió frente a la pantalla.

Otro ejercicio restaurador consiste en recostarse boca arriba con las piernas flexionadas sobre el sofá y los brazos extendidos a los costados. La cabeza debe descansar en una almohada y la zona lumbar debe tocar el piso. “La gravedad, el suelo y tu propio peso realinean la columna, equilibran la pelvis y abren el pecho”, explica la experta. Una práctica tan simple como poderosa para quienes viven sentados y encorvados.

La respiración también se ve afectada

Una mala postura comprime el abdomen, restringiendo la capacidad pulmonar y comprometiendo la digestión. La osteópata Nadia Alibhai propone un ejercicio de respiración diafragmática: inhalar en tres tiempos, exhalar en cinco. “Al inspirar, tu abdomen debe inflarse; al exhalar, el ombligo se acerca a la columna”, explica. Esta técnica no solo oxigena mejor, sino que devuelve movilidad a los órganos internos.

Dos movimientos para expandir el pecho y respirar profundo

Acostarse sobre una toalla enrollada bajo los omóplatos, con brazos en cruz y palmas hacia arriba, permite estirar la musculatura torácica y liberar el diafragma. Otra opción es colocarse en el marco de una puerta, con brazos y codos en ángulo recto, y avanzar ligeramente hasta sentir el estiramiento. Son ejercicios suaves, pero liberadores.

Un gesto mínimo que alivia grandes dolores

Finalmente, para combatir los dolores de cabeza provocados por la tensión cervical, Alibhai recomienda un movimiento casi imperceptible: retraer la barbilla hacia adentro durante cinco segundos, como formando una papada. Esta pequeña acción activa los músculos suboccipitales que sostienen la cabeza. Al fortalecerlos, el peso deja de recaer sobre el cuello.

Estos cinco ejercicios no requieren gimnasio, ni equipos costosos. Solo voluntad. En un mundo donde el sedentarismo se volvió la norma, regalarle al cuerpo unos minutos al día puede ser la diferencia entre vivir con dolor o moverse con libertad. Porque la postura no solo moldea el cuerpo: también moldea cómo habitamos el mundo.

Este artículo fue publicado originalmente en Infobae y está protegido por derechos de autor. Todos los derechos reservados a Infobae. Puedes consultar el artículo original en su (https://www.infoabe.com).