Así ayudan las uvas a mantener una vista saludable
Así ayudan las uvas a mantener una vista saludable
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Desde tiempos antiguos, las uvas han ocupado un lugar especial en la cultura y la alimentación humana, reconocidas por su sabor, su papel en la producción de vino y su simbolismo de abundancia. Sin embargo, más allá de lo tradicional, la ciencia moderna ha revelado que este pequeño fruto encierra un poderoso aliado para nuestra salud, especialmente en el cuidado de la visión.

Cómo ayudan las uvas a proteger tus ojos

En la última década, diversas investigaciones han confirmado que las uvas contienen una rica combinación de antioxidantes, vitaminas y compuestos bioactivos que contribuyen a mantener en buen estado nuestras estructuras oculares. Entre estos destacan la vitamina C, la quercetina y un amplio espectro de polifenoles presentes sobre todo en las variedades rojas y blancas.

Según la Academia Americana de Oftalmología, estos compuestos actúan como barrera natural contra el envejecimiento ocular, protegiendo los vasos sanguíneos que nutren la retina y reduciendo el impacto del estrés oxidativo. Este estrés producto de la exposición constante a la luz, la contaminación y procesos inflamatorios favorece la formación de compuestos dañinos conocidos como AGEs, relacionados con la degeneración retiniana.

Estudios en modelos animales han demostrado que dietas ricas en uvas protegen la retina más eficazmente incluso que suplementos aislados como la luteína, al ayudar a conservar el pigmento macular, clave para una visión nítida y para protegernos de la luz azul.

Más allá de los ojos: un fruto para todo el cuerpo

Pero los beneficios de la uva no se detienen en la vista. Su contenido en fibra alimentaria también la convierte en un excelente regulador del tránsito intestinal, y sus azúcares naturales glucosa y fructosa ofrecen una fuente de energía rápida y saludable, ideal para quienes practican actividad física.

En cuanto a la salud cardiovascular, los polifenoles como el resveratrol y las proantocianidinas han mostrado reducir la presión arterial, mejorar la elasticidad de los vasos y combatir la oxidación del colesterol LDL, factores clave en la prevención de enfermedades cardíacas.

Ensayos clínicos han documentado que el consumo diario de extracto de semilla de uva, incluso por periodos de 12 semanas, puede disminuir significativamente la presión arterial en personas con prehipertensión. Además, se ha observado que este tipo de tratamiento natural potencia su efecto cuando se acompaña de una dieta saludable y hábitos libres de tabaco.

También se han estudiado sus efectos en la prevención del cáncer: investigaciones in vivo reportaron una disminución de hasta un 93 % en el crecimiento de tumores en animales tratados con extractos de piel y semillas de uva, además de un efecto positivo en la respuesta a tratamientos convencionales de quimioterapia.

La conexión entre las uvas, el cerebro y la memoria

El impacto positivo de las uvas alcanza incluso al sistema nervioso. Estudios publicados en The American Journal of Clinical Nutrition señalan que su consumo podría proteger a las neuronas del daño oxidativo, retrasar la muerte celular (apoptosis) y preservar la memoria y la función cognitiva en enfermedades como Alzheimer y Parkinson.

El papel esencial de la vitamina A en la visión

Además de los beneficios propios de la uva, es importante recordar el papel irremplazable que cumple la vitamina A en el proceso visual. Esta vitamina participa en la formación de los pigmentos de las células fotorreceptoras de la retina, esenciales para ver en condiciones de poca luz.

La deficiencia de vitamina A, como advierte la International Journal of Molecular Sciences, puede provocar desde ceguera nocturna hasta daño irreversible en la córnea, comprometiendo gravemente la vista.

Dónde encontrar vitamina A en tu dieta

Podemos obtenerla de dos maneras principales:

  • Retinol y ésteres de retinilo, presentes en alimentos de origen animal como hígado, yema de huevo y lácteos.
  • Carotenoides provitamina A, como el betacaroteno, abundantes en vegetales de colores vivos: zanahoria, batata, calabaza, espinaca, brócoli, mango o melón.

Una dieta equilibrada, rica en frutas como las uvas y acompañada de fuentes naturales de vitamina A, no solo fortalece nuestros ojos, sino que protege nuestro corazón, cerebro e intestinos.

Las uvas no son solo un deleite para el paladar, sino también un regalo silencioso para el cuerpo. En cada racimo se esconde una farmacia natural, capaz de acompañarnos en la prevención de enfermedades y en la construcción de una vida más saludable y longeva.

Este artículo fue publicado originalmente en Infobae y está protegido por derechos de autor. Todos los derechos reservados a Infobae. Puedes consultar el artículo original en su (https://www.infoabe.com).