Airbus se orienta hacia el futuro con navegación basada en el campo magnético terrestre
Airbus se orienta hacia el futuro con navegación basada en el campo magnético terrestre

El cielo está cambiando. En una época donde la navegación aérea depende casi por completo de señales satelitales, Airbus y SandboxAQ una empresa derivada de Google están trazando un nuevo rumbo que podría redefinir el futuro del transporte aéreo. Su más reciente innovación, MagNav, promete liberar a la aviación de su dependencia del GPS mediante una tecnología que se inspira directamente en la Tierra: el campo magnético que la envuelve.

Desarrollado en el centro de innovación Acubed de Airbus en Silicon Valley, MagNav es un sistema de navegación basado en detección cuántica capaz de identificar la ubicación de una aeronave al leer las firmas magnéticas únicas de cada región del planeta. Donde el GPS requiere una constelación de satélites y es vulnerable a interferencias, MagNav se guía por la propia “huella digital” de la Tierra, lo que lo convierte en una alternativa poderosa, resistente y estratégica.

Una brújula cuántica con memoria terrestre

El principio detrás de MagNav es tan fascinante como revolucionario. Utilizando tecnología cuántica, el sistema detecta la intensidad y características locales del campo magnético terrestre influenciado por la composición mineral de cada zona y las compara con mapas magnéticos mediante un algoritmo de inteligencia artificial potenciado por GPU.

Durante más de 150 horas de pruebas en vuelo sobre Estados Unidos, MagNav demostró una precisión suficiente para cumplir con los estándares de la FAA, operando tanto como sistema primario como complemento del GPS. En el 64% de los casos, logró ubicaciones dentro de un margen de 550 metros, y en todos los casos dentro de un radio de 3,7 km.

Seguridad en una era incierta

El valor real de esta tecnología no está solo en su precisión, sino en su capacidad de resistencia ante las amenazas modernas. A diferencia del GPS que puede ser bloqueado, suplantado o hackeado, especialmente en conflictos como los de Ucrania o Medio Oriente, MagNav no depende de señales externas. Su funcionamiento es analógico, local y autónomo, lo que lo vuelve inmune a la guerra electrónica y a los ataques cibernéticos.

Jack Hidary, CEO de SandboxAQ, lo resume así: “Es el primer sistema de navegación absoluta creado en más de 50 años”. Y aunque no busca reemplazar al GPS, sí lo complementa con una capa adicional de confiabilidad y control, crucial en un mundo donde la información puede ser manipulada o interrumpida.

Más allá del cielo

Las implicaciones de MagNav van más allá de la aviación comercial o militar. Su tecnología podría usarse para detectar submarinos, túneles subterráneos, o incluso señales biomagnéticas del cuerpo humano, abriendo nuevas posibilidades en defensa y medicina. Para 2040, se estima que el mercado relacionado con aplicaciones de detección cuántica podría alcanzar entre 1.000 y 6.000 millones de dólares.

MagNav representa más que una innovación tecnológica: es una apuesta por la autonomía estratégica en un mundo donde el control del espacio, la información y los sistemas digitales se vuelve cada vez más delicado. Con esta brújula cuántica, Airbus y SandboxAQ no solo están ayudando a las aeronaves a encontrar su camino, sino que están marcando el inicio de una nueva etapa donde la Tierra misma con su memoria magnética se convierte en guía confiable en tiempos inciertos.

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