4 hábitos fáciles para decirle adiós al estrés laboral
4 hábitos fáciles para decirle adiós al estrés laboral
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El 77% de los empleados en Norteamérica reconoce que el estrés laboral afecta su salud física, según un estudio de salud mental de Headspace citado por Forbes. No es difícil entender por qué: la presión por cumplir plazos, sostener la productividad y equilibrar la vida personal con la profesional se ha vuelto una constante en un mundo que parece no dar tregua.

Forbes advierte que esta realidad, marcada por la inmediatez y la exigencia continua, convierte al estrés en un compañero silencioso y peligroso. Sin embargo, también propone un camino más amable: cuatro prácticas sencillas que, incorporadas a la rutina semanal, pueden aliviar esa carga y devolver cierta sensación de control.

1. Ordenar el día en bloques de tiempo
La técnica del “time blocking” invita a planificar la jornada en segmentos destinados a tareas específicas, reuniones y pausas. Al decidir con antelación qué hacer y cuándo hacerlo, se reduce el desgaste mental de improvisar todo el tiempo. Sho Dewan, coach citado por Forbes, asegura que esta práctica disminuye la ansiedad y evita el caos de última hora. La clave está en respetar esos bloques, dejar espacios de margen y ajustar el calendario según los imprevistos.

2. Apoyarse en herramientas digitales
La falta de organización y el olvido de plazos son una de las fuentes más comunes de tensión. Plataformas como Trello, Asana, Notion o ClickUp ayudan a visualizar tareas, dividir proyectos grandes en pasos pequeños y establecer prioridades. Dedicar un momento a comienzos de semana para ordenar la lista de pendientes da claridad y evita sentir que el trabajo nos arrastra sin dirección.

3. Reconocer los logros, por pequeños que parezcan
Cuando los resultados no son inmediatos, la frustración crece. Para contrarrestarlo, Forbes sugiere crear un registro de logros: un documento donde anotar cada avance, desde proyectos terminados hasta un comentario positivo recibido. Este hábito cambia la perspectiva: en lugar de enfocarse solo en lo que falta, permite ver todo lo que se ha conseguido. Además, se convierte en un respaldo emocional y profesional en evaluaciones o entrevistas.

4. Reservar tiempo para uno mismo
No todo debe girar en torno al trabajo. Programar momentos de disfrute en medio de la semana una caminata, un café con alguien querido, una clase de yoga ayuda a recargar energía y a reducir la sensación de monotonía. Tomar estas pausas con la misma importancia que una reunión laboral es clave para mantener el equilibrio.

Implementar estas cuatro rutinas no significa transformar la vida de un día para otro, pero sí empezar a tejer un espacio propio en medio de la vorágine. A veces, pequeños cambios pueden marcar la diferencia entre sobrevivir a la semana o vivirla con un poco más de calma.

Este artículo fue publicado originalmente en Infobae y está protegido por derechos de autor. Todos los derechos reservados a Infobae. Puedes consultar el artículo original en su (https://www.infoabe.com).